miércoles, 27 de agosto de 2014

Miel de La Alcarria

Es por aquellos años de la posguerra española. La distribución de alimentos no es lo que ahora. La abundancia de productos tampoco es para tirar cohetes, dicho sea de paso. Es en Ávila, en una de sus calles, digamos, populares. Un hombre, con carro y burro, por la calle, vocea a quien quiera escucharlo: —¡Que les vaya bieeen! ¡Yo no me queeejo!

Una, dos, tres veces, mientras va calle arriba. Y así una semana y otra y otra más: —¡Que les vaya bieeen! ¡Yo no me queeejo!

La mujer, trasteando en la casa, oye siempre su cantinela, que entra por la ventana. —¡Qué hombre tan amable! —piensa—¡Realmente amable!

Un día lo comenta con la vecina. Le pregunta si sabe quién es ese hombre y por qué dice siempre lo mismo: —¡Que les vaya bieeen! ¡Yo no me queeejo!

La vecina la mira con el ceño fruncido, entre mosqueada y divertida: —Lo que dice es: ¡De La Alcarria mieeel! ¡Traigo buen queeeso!

Esta anécdota, que me contó la hija de la mujer, que, dicho sea de paso, es mi mujer, me da pie para presentar aquí otro par de frases curiosas, como poco. Vamos con la primera:

—¡Creí que mamabas pero, como no mamas, te desteto!

Esta frase es un poco rara, la verdad, incluso dirigida a un bebé. Y si va dirigida a un adulto, ya ni te cuento… a menos que el adulto consiga identificar las reglas del juego en las que se basa: mamabas = m(e) amabas, mamas = m(e) amas y desteto = detesto (dos palabras que son anagramas y, además, muy parecidas). Entonces, probablemente nos reiremos con nuestro descubrimiento:

—¡Creí que me amabas pero, como no me amas, te detesto!

Y ahora, la segunda:

—Como pienso y engordo.

De pequeños, en la escuela, le pedíamos a algún compañero que dijera la primera persona del singular del presente de indicativo de los verbos comer, pensar y engordar. Cuando lo decía, la mofa era automática.
Aquí el juego se produce porque el sustantivo pienso y la forma verbal pienso son parónimos.

Como puedes ver, la creatividad lingüística, aunque sea inconscientemente, no tiene límites. ¡No la dejes escapar! ¡Diviértete!

miércoles, 20 de agosto de 2014

Español americano

Suelo hablar poco del español de América en este espacio. No por nada, simplemente por mis carencias en la materia: siendo uno, como es, de España, el español de América me queda, digámoslo así, un poco lejos. Por eso, las veces que hablo de él no son muchas: La manito, Estacionar el auto, Ameritar, Descomplicada

La comunidad lingüística del español es tan enorme, son tantos los acentos, tantas las formas de decir lo mismo, que su riqueza es inmensa, inabarcable para un mortal… sobre todo si ese mortal no es un nativo hispanohablante, sino un extranjero que quiere aprenderlo.

Hace poco ha llegado a mis manos una muestra de esto que acabo de decir. Se trata de un vídeo que nos lo muestra en clave lúdica y divertida: ¡Qué difícil es hablar el español!

Impresiona verlo, porque le permite a uno hacerse, un poco, a la idea de esa inmensa riqueza de la que hablaba antes. Es un pelín largo (casi 9 minutos), pero seguro que no será difícil encontrar tiempo para verlo entero, en este mes de agosto veraniego y vacacional en España.

Es curioso y divertido… ¿qué más queremos para pasar un rato entretenido?

miércoles, 13 de agosto de 2014

Chachachá

Hace unos meses, en Eco eco, te hablé de un divertimento ludolingüístico consistente en formar frases con sentido, siempre con sentido, en las que una sílaba se repita varias veces seguidas, cuantas más mejor.

También te decía que, para construir frases con 4 repeticiones o más, había que estrujarse bien el magín. Bueno, pues yo lo he hecho y, para que tú te animes también a pasar un rato entretenido con este juego, aquí te presento el resultado de mi estrujamiento ‘maginal’:

-       ¡Diviértete, Tete! ¡Te lo mereces!
[Eco de nivel 5te]

-       ¡Ay! Hay ayayay para rato.
[5ay, si se me tolera la inclusión de la hache]

-       Si comes mucha papa, papá, papada te crece.
[6pa]

-       El bebé bebe bebestibles.
[6be]

-       ¡Cómo bailaba la muchacha chachachá, chaval! ¡Qué maravilla!
[6cha]

-       El bebé, de la mama mama, mamá, mamoncete que es él.
[7ma]

Y, rizando un poco el rizo, llegamos a un eco de nivel ocho indicando la profesión de la muchacha que bailaba tan maravillosamente bien:

-       ¡Cómo bailaba la muchacha, chacha, chachachá, chaval! ¡Qué maravilla!
[8cha]

¿Te desvelo un secreto? El diccionario ayuda un montón al estrujamiento ‘maginal’: en él puedes descubrir palabras ecoicas, como ayayay, poco conocidas pero adecuadas para los fines de este entretenimiento. ¡Úsalo, pues!

miércoles, 6 de agosto de 2014

Ma, me, mi, mo, mu

Segunda entrega de relatos que terminan con una frase que se corresponde con una serie paronomástica; es decir, una consonante + cada una de las cinco vocales en su orden natural.

«Era un espectáculo infantil. En el escenario, un zagal y su perro conducían el rebaño de vacas de vuelta al establo. La ternerilla, nacida pocos días antes, trataba de amorrarse a la ubre de la madre. En el campo, recién sembrado, no lejos del camino, un mimo parlanchín -¡cosa sorprendente!- hacía las veces de espantapájaros.
¡Hola, zagal! ¿Qué tal la mañana? ¿Ya han comido las vacas?
Sí, ya han comido.
¿Todas?
Sí, todas.
¿Y Blanquita? ¿Ya mamó? Porque parece que tiene hambre.
Sí, creo que sí… aunque yo no la he visto.
Y tú, Canelo, ¿la has visto mamar?
No. ¡Guau!
A ver, Blanquita. Di. ¿Ya mamaste?
Mamé, mimo. ¡Mu!»

Como decía en Ba, be, bi, bo bu, no es sencillo este juego/ejercicio, sobre todo si quieres crear un relato verosímil.

«A ver. Esto va de mujeres singulares. Te voy a mencionar a seis mujeres, ya fallecidas, que fueron especiales en su tiempo por alguna circunstancia de su vida. Con los pocos datos que te voy a dar, quiero que me indiques las tres que a ti te parecen más dignas de recuerdo. Veamos:
• María Micaela Villegas, conocida como La Perricholi, actriz de teatro peruana del siglo XVIII.
• Juliette Dodu, heroína francesa de la guerra franco-prusiana de 1870.
• Mary Kingsley, escritora y exploradora inglesa de finales del siglo XIX.
• Frances Dade, conocida como Lorelei Lee, actriz estadounidense de los años veinte y treinta del siglo pasado.
• Clara Campoamor, política española de principios del siglo XX, defensora de los derechos de la mujer.
• Diana de Gales, más conocida como lady Di, primera esposa del príncipe Carlos de Gales.
Dime ahora las tres que eliges.
Dade, Di, Dodu.»

Paciencia y perseverancia son los dos elementos básicos para este entretenimiento. Si el resultado no es de tu agrado, vuelve a empezar. Nadie te presiona. Solo se trata de pasar algún momento agradable. ¡Ánimo!

«El emperador romano Vespasiano murió a los 69 años a consecuencia de una diarrea aguda. Postrado en el lecho de muerte, rodeado de su familia, su hijo mayor le preguntó quién debía ser proclamado  nuevo emperador, él o su hermano. Vespasiano, con un hilo de voz, pero enérgico, respondió:
¡Tate, Tito! ¡Tú!»