miércoles, 29 de mayo de 2013

Ameritar

No lo había oído ni leído nunca… hasta el mes pasado, en que pude verlo escrito de la mano de Moisés Naím en el texto ‘Escenas de una democracia’ (El País, 21/04/2013):

"… y con un objeto contundente le rompieron la cara, lo que ameritó 14 puntos de sutura."

No lo había oído ni leído nunca hasta entonces y, por lo tanto, no formaba parte de mi vocabulario. Sin embargo, no me costó nada entenderlo: …requirió 14 puntos de sutura.

Luego, acudí al diccionario para cerciorarme de la existencia del verbo y tratar de desentrañar el porqué de mi ignorancia. Y el diccionario me dio la explicación: se trataba de un vocablo de uso en América. ¡Ajajá! Me quedé satisfecho, mi ignorancia estaba más que justificada: yo no soy americano.

Unos días después, casualidades de la vida, volví a encontrarme con él. Esta vez, de la mano de Naiara Galarraga, en la entradilla de la información ‘Excusez-moi’, deje sitio al español’ (elpais.com, 25/04/2013):

La pujanza mundial del castellano amerita mayor presencia en la diplomacia.”

Una vez más, no me costó nada entenderlo: …merece mayor presencia en la diplomacia.

Y es que el español tiene eso: somos tantas las personas que lo hablamos y tantos los acentos, que una misma cosa se puede decir de múltiples maneras… y hay muchas probabilidades de que todos lo entendamos.

Es lo que tiene pertenecer a una comunidad lingüística de tropecientos millones de hablantes. O mejor dicho, de chorrocientos millones de hablantes.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Publico en 'Público'

En las aceras de mi ciudad, se puede ver una tapa que pone ALUMBRADO PUBLICO, todo en mayúsculas y sin acento. Eso de las mayúsculas sin acento es una constante en el suelo de mi ciudad, dicho sea de paso: TECNOLOGIAS DEL TRAFICO, REGULACION DE TRAFICO…

La cuestión es que no se lee igual una palabra con acento que sin acento. ¡Precisamente para eso existen los acentos, preclaros munícipes de mi ciudad! Aunque es muy improbable que alguien vaya a entenderlo mal, las cosas bien hechas bien parecen.

No es la primera vez que hablo de esto aquí (ver Me ejercito en el ejército, abril 2013). Y como en la anterior ocasión, lo tomo como excusa para seguir con el juego de los tríos de palabras que solo se diferencian en la sílaba que lleva el acento. Es el caso de público / publico / publicó, y también el de tráfico / trafico / traficó. ¿Otros?:
– Célebre / celebre / celebré
– Intérprete / interprete / interpreté
– Hábito / habito / habitó
– Inválido / invalido / invalidó…

Te propongo un reto: busca uno de estos tríos y crea una frase con sentido que incluya las tres palabras. Por ejemplo: Yo publico en 'Público' esta semana; él publicó la semana pasada.

¡Venga! Es tu turno.

martes, 14 de mayo de 2013

Ochoa y más

— Adivina adivinanza: ¿cuál es la palabra que tiene más aes en español?
— …
— ¡Ochoa!

La respuesta a este acertijo de mi adolescencia tiene truco, claro. Pero me sirve aquí para poner sobre la mesa (o en la pantalla, mejor dicho) un entretenimiento que tiene una buena dosis de pesquisa: encontrar la palabra que tiene más número de … en español. Sustituye los puntos suspensivos por la letra que quieras, y empieza el juego.

Con las vocales probablemente sea más sencillo encontrar palabras largas que con las consonantes. Pero para hacerlo más interesante, con las vocales, añadiremos una coletilla que diga 'y no otras vocales'.

Así, ¿cuál es la palabra que tiene más aes en español y no otras vocales? A mí, a bote pronto, se me ocurre abracadabra. Son 5. Seguro que habrá alguna con más. Todo consiste en estar ojo avizor.

¿Y si pasamos a la e? Decentemente tiene también 5. La verdad es que el sufijo -mente da mucho juego. Seguro que también es posible encontrar alguna palabra con 6 es.

¿Con la i? Más de 4 no encuentro: pitiminí, tiquismiquis, sirimiri.

Con la o, odontólogo es una buena opción.

Y tuturutú, para la u. Dice el diccionario que es el sonido de la corneta. Pues eso.

Pero, lo dicho: seguro que hay alguna con más vocales. ¡Inténtalo!

miércoles, 8 de mayo de 2013

Soy santandereano

– ¿Cómo dices?
– Que soy de Santander, que soy santandereano.
– Será santanderino.
– No, no, santandereano. De Santander (Colombia).

El mundo de los gentilicios es todo un mundo. Para muestra este botón de Santander: dependiendo de en qué Santander haya nacido uno, uno será santanderino (y español) o santandereano (y colombiano).

Lo mismo ocurre con los habitantes de muchos otros lugares que se llaman de forma similar. Veamos otro ejemplo 'santo'. Pero vamos a hacerlo en plan concurso.

¡Atención!, pregunta: ¿Cómo se llama a un natural de Santiago de Compostela?:
- santiagueño
- santiaguero
- santiagués
- santiaguino

Y si ya sabes la respuesta, ¿sabrías decirme de qué otros lugares son los demás gentilicios? Las respuestas correctas… en el diccionario.