miércoles, 29 de abril de 2015

Pomporrutas

Era la época de la Transición. En los cines, siempre solían echar un cortometraje antes de la película. Uno tuvo una gran influencia en mi vida, que todavía perdura.




Va de dos antiguos compañeros de colegio que se encuentran al cabo de los años en una tienda de discos. Rememoran su infancia y algunos episodios que vivieron juntos. En un momento determinado, se ponen a cantar las típicas canciones marciales de aquella época, y uno entona: “Pomporruuuuutas imperiaaaaales...”. El otro lo corta y le dice que la letra es: “Voy por ruuuuutas imperiaaaaales…”. El primero insiste: “Yo siempre dije pomporrutas imperiales”.
 
¿No te ha pasado nunca que te aprendes una canción de oído y, cuando ves la letra escrita, te das cuenta de que no tiene nada que ver lo que tú decías con lo que dice la canción? Suele ser habitual con canciones en otro idioma, pero también ocurre en español. Y también puede pasar con oraciones, cánticos religiosos o en determinadas circunstancias (ver Miel de la Alcarria).
 
Total, que lo que ocurrió en este caso fue que a mi acompañante y a mí nos hizo tanta gracia la cosa, nos pareció tan sonora esa palabra inventada, que, casi sin darnos cuenta, la empezamos a utilizar en nuestra vida diaria y la hemos seguido utilizando hasta ahora. ¿Con qué significado?, te preguntarás. Te voy a poner un par de ejemplos del uso que le damos y seguro que lo adivinas:
 
Voy al baño a hacer pomporrutas.
 
¿Qué tal la perrita en el paseo? ¿Ha hecho pomporrutas?
 
¿Lo captas? Seguro que sí. ¿Verdad que la sonoridad de la palabra parece hecha adrede para referirse a esa situación?
 
Es algo así como una especie de procedimiento de etimología popular, algo similar a lo que ya conté en Pendejuelas y churreterías.
 
Por supuesto, no sé de nadie que la utilice, ni en ese sentido ni en ningún otro, ni creo que nadie la entendiera a la primera en caso de utilizarla fuera de nuestro ámbito familiar. Pero quién sabe. A lo mejor, por esas cosas de la vida, se extiende su uso y, un día de estos, la vemos reflejada en los diccionarios al uso.
 
¡Diviértete! ¡Crea! ¡Inventa! Pero siempre siempre siempre procura hacerte entender.

miércoles, 22 de abril de 2015

De dos en dos

Lo leí en la edición de la noche del Telediario de La 1 (23/01/2015). La noticia iba de que representantes de los gobiernos de Cuba y Estados Unidos habían empezado a hablar. El titular rezaba así:

Los DD. HH. son un escollo en las
negociaciones entre Cuba y Estados Unidos

Me quedé un poco traspuesto, porque no entendía la frase. No lograba descifrar qué era eso de DD. HH. Pero rápidamente mis dudas quedaron despejadas cuando el locutor habló de derechos humanos. Como la frase entera, un poco larga para los estándares de la televisión, no cabía en las dos líneas del rótulo, el rotulista decidió abreviar derechos humanos. Claro que quizá habría sido más lógico abreviar Estados Unidos, que es casi igual de largo, y titular:

Los derechos humanos son un escollo
en las negociaciones entre Cuba y EE. UU.

Además, EE. UU. es muchísimo más conocido que DD. HH.

En cualquier caso, eso de duplicar las letras de las abreviaturas cuando se utilizan en plural es una peculiaridad del español. No es habitual en otras lenguas del entorno del español.

Eso sí, dice la norma que solo se pone un punto detrás de cada bloque de letras y que se separan los bloques con un espacio. Es decir, que se escribe DD. HH. y no D.D.H.H., ni tampoco DD.HH.

Te indico otros ejemplos de la utilización de este mismo mecanismo (aunque no siempre adecuados a la norma):

FF. CC. = Ferrocarriles

 
FF. AA. = Fuerzas Armadas

 
SS. MM. = Sus Majestades


JJ. OO. = Juegos Olímpicos

 
CC. OO. = Comisiones Obreras

 
RR. HH. = Recursos Humanos

 

miércoles, 15 de abril de 2015

Del 1 al 10

La semana pasada (1 y 2 = unidos) hablaba de que algunas empresas utilizan números en sus nombres o marcas comerciales. Pero, ¿por qué no utilizar también números para componer textos? Puede ser un entretenimiento ludolingüístico bastante entretenido, aunque nada fácil. Una muestra de mi cosecha:


Vosotros me llamáis viej1
Porque siempre estáis conecta2
Y a mí no me mola ese es3
Guasapear con veinti4
A la vez o con treintai5
Sabed que cuando ya os can6
De esta actitud de mata7
No os faltará café y bizc8
Para que el cuerpo se re9
Con la conversación. ¡Par10!

¿Te animas tú a inventarte un texto similar? ¡Venga! ¡Ánimo!

 

miércoles, 8 de abril de 2015

1 y 2 = unidos

Ya he hablado aquí de pasada en alguna ocasión (DxT) del uso de letras y números a la vez en el nombre de un establecimiento o de una marca. La gracia está en leer letras y números de corrido para descubrir que el número se integra perfectamente en el nombre. Es lo que ocurre, por ejemplo, con

= Unidos

El 2 es el número más socorrido para estos menesteres, ya que se lee 'dos', con lo se puede usar como sustituto de la sílaba final de adjetivos y participios. Pero también hay otros números que se prestan al mismo mecanismo. Es cuestión de echarle un poco de imaginación al asunto.

= Integrados
 
Logotipo de Valdós, Joyeros Artesanos

Logotipo de Carlos Díez, ilustrador

Lo que no entiendo es por qué los creativos que inventaron el nombre de la compañía de telecomunicaciones UNI2 no fueron hasta el final con su creatividad para sacarse de la chistera un nombre mucho más llamativo, como:
 

Quizá porque habrían complicado demasiado la lectura del nombre y la comprensión de la marca. Y, como digo muchas veces, puedes inventarte palabras, crearlas, manipularlas a tu antojo, manejarlas como te parezca, pero nunca debes perder de vista que, si quien te lee, no te entiende, no vas a conseguir nada, la comunicación no llegará al destinatario.

Por cierto, ¿sabrías decirme qué país es Esta2 1i2?

 

miércoles, 1 de abril de 2015

Bruselas contra Bélgica

Ya estamos muy acostumbrados a ver titulares como estos:

lavanguardia.com (04/02/2015)

europapress.es (04/02/2015)

espanol.rfi.fr (01/02/2015)

Y también estamos muy acostumbrados a interpretar automáticamente que la ciudad de Ryad no presiona a la ciudad de Moscú, sino que es el gobierno de Arabia Saudí el que presiona al gobierno de Rusia; que la ciudad de Pyongyang no acusa a la ciudad de Washington, sino que es el gobierno de Corea del Norte el que acusa al gobierno de Estados Unidos… y así sucesivamente.

Sea por pereza, por deseo de síntesis, porque escribir gobierno de… es muy largo, el caso es que los periodistas suelen utilizar muchísimo el nombre de la capital de un país para hacer mención al gobierno de ese país, porque suele tener la sede en la capital. Vale. Nada que objetar. En lingüística, a eso se lo llama sinécdoque.

Pues eso. Cada cual escribe como le parece y sabe. La única limitación debe ser que le entiendan a uno, que la comunicación llegue a buen puerto y sin dudas, interferencias o estorbos. Ahora bien, al utilizar este recurso, en ocasiones puede que no sea así.

elpais.com, 04/02/2015

expansión.com, 03/02/2015

¿Qué quieren decir estos dos titulares similares? ¿Que el gobierno de Bélgica investiga a Bélgica? Parece raro, ¿no?

En este caso, Bruselas no se refiere al gobierno de Bélgica, sino a la Comisión Europea, que tiene su sede en la ciudad. Por lo tanto, hay que interpretar que es la Comisión Europea la que investiga a Bélgica. Sin embargo, no hay nada que nos indique que aquí hay que interpretar Bruselas como Comisión Europea y no como gobierno de Bélgica… a no ser que uno lea el cuerpo de la noticia, donde ya se explica la cuestión.

¿No habría sido mejor llamar al pan pan y al vino vino como han hecho otros medios de comunicación?

es.euronews.com (03/02/2015)

prensalibre.com (03/02/2015)