miércoles, 24 de junio de 2015

Amar, temer, partir

Son los tres verbos que se suelen usar como modelos de las tres conjugaciones verbales regulares del español: -ar, -er, –ir.


En la Gramática de la lengua castellana, de Antonio de Nebrija (1492), se dice lo siguiente: 

Las conjugaciones del verbo son tres: la primera, que echa el infinitivo en -ar, como 'amo', amar; 'enseño', enseñar; la segunda, que echa el infinitivo en -er, como 'leo', leer; 'corro', correr; la tercera, que echa el infinitivo en -ir, como 'oigo', oir; 'huyo', huir. 

Es decir, ya aparece el verbo amar como modelo de la primera conjugación.


En la primera gramática de la Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana (1771), aparecen los tres verbos, amar, temer y partir, como modelos de las tres conjugaciones.

 
 

¿Por qué estos verbos fueron los elegidos y no otros?, se pregunta uno, curioso por naturaleza de estas cosas. Y a uno no le queda más remedio que confesar que no sabe por qué. Pero uno, que no se rinde tan fácilmente, encuentra la explicación proporcionada por Verónica Sukaczer en su blog ‘La vida con subtítulos… y no puede evitar pensar en que una situación similar bien podría haber sido el origen de estos verbos como modelos de la conjugación regular.

miércoles, 17 de junio de 2015

Un vagón caliente

¿Qué pasa si intercambias las iniciales de vagón y caliente? Pues que obtienes una frase, digamos, jocosa… 


Los ludolingüistas lo llaman contrapié: escribir una frase en la que se pueden intercambiar dos letras que están en la misma posición en dos palabras diferentes para, sin llegar a mostrarlo explícitamente, dejar entrever otra frase con un sentido, digamos, irreverente, inconveniente, poco políticamente correcto, por emplear una denominación de nuestros días. 

Es sustancial no desvelar el resultado final. Hay que dejárselo al lector, que lo descubra él. Claro, que puede ocurrir que el lector no se entere nunca de ese mensaje escondido. Pero, ¡qué le vamos a hacer!  

Te propongo aquí unos cuantos ejemplos, sencillos, de mi cosecha, para que te animes a buscar los mensajes escondidos. Veamos: 

     Un mojón de cono
     Un moño y un canto
     Una buena chica lija y pela
 
¿Los has descubierto? ¿A que sí? ¿Te animas ahora a crear algunos contrapiés de tu propia cosecha? Si tu respuesta es sí, debes saber que el primer paso es encontrar parejas de parónimos. Además, no hay por qué ceñirse al intercambio de letras en posición inicial; nada impide hacer contrapiés con letras en otras posiciones. 

¡Venga! ¡Manos a la obra!

miércoles, 10 de junio de 2015

Aguacero cero

En mi mundo, e imagino que en el tuyo también, cuando alguien tiene que decir que no tolera una cosa, lo dice así, sin más rodeos ni ambages:
     No tolero que me mientan
     No tolero que llegues tarde a comer, que estamos todos esperándote
     No toleramos que… [lo que sea] 

Y a nadie se le ocurre decir:
     Tolerancia cero con las mentiras
     Tolerancia cero con tus retrasos a la hora de comer
     Tolerancia cero a… [lo que sea] 

No ocurre lo mismo en el mundo político y, tampoco, en el periodístico, claro, que en asuntos de uso y abuso del idioma ambas profesiones van de la mano: unos inventan y otros repiten como loritos… sin pararse a pensar qué están diciendo y cómo lo están diciendo. 

No sé quién se inventaría eso de tolerancia cero, pero ha hecho carrera la expresioncita de marras. Algunos ejemplos:

elmundo.es 11/03/2015

telecinco.es 18/03/2015


Ahora bien, como la expresión primigenia ya se ha utilizado mucho, como ya no es novedosa, como se nos va quedando anticuada, ¿qué hacemos? Pues le damos la vuelta: en vez de seguir con lo de tolerancia cero a… [lo que sea], ahora decimos [lo que sea] cero… y nos quedamos tan panchos:

ultimahora.es 16/03/2015


 

Es decir, que ya queda menos para que, durante el próximo periodo de sequía, cuando pasen varias semanas sin que caiga una gota, empecemos a ver y oír la siguiente expresión:
 

Lo cual estará muy bien desde un punto de vista ludolingüístico (No pises los pises), pero no dejará de ser una gilimemez como las otras, ¿no te parece?

miércoles, 3 de junio de 2015

Elecciones

Me encantan las elecciones. Sí, has leído bien. He dicho elecciones, no erecciones. ¡No seas malpensado! Son parónimos, pero no tiene que ver una cosa con la otra. No vayamos a equivocarnos. Aunque, bueno, a veces se suele hablar de la erótica del poder, ¿no?, con lo cual eso de que no tienen nada que ver… 

Mejor empiezo de nuevo, que me estoy yendo por las ramas. Veamos. 

Me encantan las elecciones. No por lo político, no, que eso más bien me repele: promesas y promesas que, ya lo sabemos todos, se van a quedar en nada. Y encima nosotros venga a votarlos, cuando quizá lo que deberíamos hacer es botarlos… ¡Anda, otro parónimo! 

Mejor empiezo otra vez, que… ¡Ya te vale, Ángel! 

Me encantan las elecciones. Desde un punto de vista ludolingüístico, por supuesto. Me encantan las papeletas de los partidos con esas largas listas de candidatos. Hay ahí mucho material lúdico. Todo es proponérselo. Y yo me he propuesto pasar un rato divertido con algo tan poco divertido como la política. Te lo cuento… por si te apetece seguir mi senda. 

Puede uno empezar por buscar al candidato más corto (en número de letras, se entiende):  

            Libiu Dobre
            Se lleva el premio, con 10 letras, aunque consta con un apellido solo. 

            Ana Tello Ruiz
            Juan Peña Ruiz
            12 letras: los más cortos de los que constan con dos apellidos.

Y puede uno seguir con el candidato más largo: 

            Marta María González-Bueno Mayer Von Wittgenstein
            43 letras y un guión: ¡cómo hará para firmar! 

También puede uno buscar candidatos que tengan repetidos los apellidos: 
 
            Sonsoles Trinidad Aboín Aboín
            María Isabel Andaluz Andaluz
 Gonzalo Castaño Castaño
            Florimar Nathaly Castillo Castillo
            Juan Francisco Cerrada Cerrada
            Pedro María Corral Corral
            Lara de la Morena de la Morena
            Luisa María Fernández Fernández
            Pedro García García
            Óscar González González
            Paloma López López
            Juan Alonso Márquez Márquez
            Paloma Martín Martín
            Daniel Martínez Martínez
            Vidal Mayor Mayor
            Alejandro Merino Merino
 María Carmen Moreno Moreno
            Noemí Ruiz Ruiz
            Félix Andrés Sánchez Sánchez
            Miguel Sanz Sanz
            María del Sagrario Tejedor Tejedor
            María José Vicente Vicente

O repetidas las siglas: 

            CCC = Cristina Cifuentes Cuencas 

            MMM = Manuel Macías Manzanares
            MMM = Margarita Martín Mejía
            MMM = Marleny Morales Marichal
            MMM = Mariano Miguel Martín
            MMM = Mercedes Mayor Mayor
            Además, duplica el apellido. 

            SSS = Sonsoles Sánchez Sánchez
            También duplica el apellido. 

También se pueden buscar candidatos, digámoslo así, curiosos: 

            Luis del Olmo Flórez
            María del Prado de la Mata Riesgo
            Muy bucólicos, ¿no te parece? 

            Jesús Adriano Valverde Bocanegra
            Juan Miguel Rojo Valverde
            Muy coloridos los dos, ¿verdad? 

            Maximiliano Elegido González-Quevedo
            Este parece tener el escaño asegurado, ¿a que sí? 

            María del Alta Gracia García Gutiérrez
            Una candidata anagramática. 

            Gonzalo González Carrascal
            Fernando Aguilar Fernández
            Un candidato patronímico. 

            Miguel Ángel Diego Alonso
            ¡¡¡Con 4 nombres propios!!! 

            Diego Sanjuanbenito Bonal
            ¿No debería ser Sanjuambenito? 

O con cualquier otra característica que se le ocurra a uno. La cuestión es divertirse. ¡Hala, pues!