miércoles, 28 de enero de 2015

Frases con intríngulis


Entre las felicitaciones recibidas por navidad y año nuevo, me llegó la siguiente:
 
 
Me interesa sobre todo la segunda parte, la que no es propiamente navideña, la que dice:
 
¡Arriba las manos! ¡Esto es un abrazo!
 
Y me interesa porque es una expresión que le sorprende a uno. Parece que va a decir una cosa (todos hemos oído en alguna película eso de: ¡Arriba las manos! ¡Esto es un atraco!) y termina diciendo otra, mucho más amable en este caso.
 
Esto me recuerda la frase que tuvo en algún momento una conocida mía en su guasap:
 
Mi color favorito es verte
 
y que resulta ser el título de una novela.
 

Esta frase también nos sorprende. Juega con las palabras verde y verte, que no tienen nada que ver en cuanto al significado, pero que se asemejan mucho en la escritura. El resultado final es chocante… y divertido.


Lo mismo sucede con estas otras frases, que un buen día aparecieron pintadas en el suelo de algunos pasos de peatones del centro de Madrid:

 
 
 
 
 
Todas ellas tienen su aquel, su intríngulis, su juego de palabras chocante y simpático. Por eso emocionan y uno busca automáticamente alguna situación en la que poder utilizarlas. Y también busca crear alguna de su propia cosecha. ¿Te animas tú a intentarlo?
 
Mientras tanto, te dejo con esta felicitación de año nuevo de mi amigo Victórico:
 
Felisamemuero! Un abrazo!



miércoles, 21 de enero de 2015

Glándulas y equinos

Empezó uno a estudiar en la universidad con una beca que le proporcionaba matrícula gratuita y, además, algunas pesetas para pagarse la estancia (alojamiento, comida, transporte) en una ciudad que no era la suya. El dinero solía llegar al inicio del curso, y uno se iba gestionando para estirarlo todo lo posible y ver de llegar al final de curso con la cartera no vacía del todo.

España vivía una época convulsa. Estábamos en lo que luego se dio en llamar la Transición: cambio de régimen, cambio de estructuras políticas, cambios sociales… Todo cambiaba.

En una de esas, que el curso universitario ya ha empezado y el dinero de la beca no llega. A nuestra solicitud de explicaciones, nos responden que los recientes cambios de Gobierno han influido en las becas, que se han quedado en un limbo administrativo. Total: que no se sabe cuándo va a llegar el dinero. ¡Glup!

Pasan un par de meses, llega fin de año, año nuevo… y nada. Volvemos a preguntar qué pasa con las becas. Y, por fin, una respuesta, algo, esperanzadora: el dinero llegará en abril. Aliviados por la respuesta, recuperamos la tranquilidad y, de paso, la jovialidad, que nos lleva a acuñar la expresión

En abril, billetes de mil
[remedo del conocido refrán En abril, aguas mil]

Eso de retocar los refranes es uno de los juegos lingüísticos más divertidos: se coge un refrán popular, se lo parte en dos (la mayoría están formados por dos partes perfectamente diferenciadas), se toma la primera parte tal cual y se inventa uno una frase para la segunda parte. El objetivo: obtener un remedo del refrán original que levante una sonrisa, cuando no una carcajada, a quien lo escuche.

De aquella época se me han quedado en la memoria algunos refranes retocados:

El que a buen árbol se arrima, buena mierda de pájaro le cae encima
[El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija]

No por mucho madrugar, aparcas al llegar
[No por mucho madrugar, amanece más temprano]

A caballo regalado, gracias
[A caballo regalado, no le mires el diente]

En este mismo campo de expresión, existía también otra tendencia en aquella época: reconvertir refranes o expresiones corrientes en frases lo más barrocas, pomposas y recargadas posible. El objetivo era el mismo: divertirse al construirlas y arrancar una carcajada al divulgarlas.
 
Te muestro unos ejemplos… pero sin indicarte el refrán o frase de partida. ¡A ver si lo descubres tú! Veamos:

A equino donado no le periscopees el incisivo

¡Incinérame el cilindrín con la mínima expresión de la fragua de Vulcano!

A palabras incoherentes pabellones auditivos en estado transitorio de aletargamiento

Dos glándulas mamarias tiran más que dos máquinas agropecuarias

¡Anímate! ¡Y mándame la solución!

miércoles, 14 de enero de 2015

Sin inmunidad, pero con impunidad


Ahora que acaba de estar en cartelera en Madrid esta obra de teatro, parece buen momento para sacar a colación la confusión que se produce en ocasiones entre inmunidad e impunidad, entre inmune e impune.

Dice el DRAE que inmunidad es la cualidad de inmune, y que inmune significa, entre otras cosas, exento de ciertos oficios, gravámenes, cargos o penas.

Indica también que la expresión inmunidad diplomática se refiere a la inmunidad de que gozan los representantes diplomáticos acreditados cerca de un Gobierno, sus familias y demás personal de las embajadas o legaciones que no es súbdito del país en que estas residen. Y también señala la existencia de la expresión inmunidad parlamentaria, que es una prerrogativa de los parlamentarios, que los exime de ser detenidos o presos, procesados y juzgados sin autorización de la Cámara a que pertenecen salvo en los casos que determinan las leyes.

Por otro lado, el DRAE define impunidad como falta de castigo e impune como que queda sin castigo.

Claro, ¿verdad? No debería haber lugar a dudas, ¿verdad?

Pues no. En agosto circuló en los medios de comunicación una noticia acerca de un informe de Amnistía Internacional sobre la situación en Afganistán. Muchísimos medios la recogieron con titulares parecidos a estos dos:



Siempre diciendo inmunidad, en vez de decir impunidad, que era lo adecuado en este caso.

A uno, que siempre se sorprende, y no precisamente de forma grata, al descubrir que a algunos profesionales de la comunicación les importa más bien poco escribir correctamente, le entró un no-sé-qué lingüístico y se acercó al origen de la noticia para ver qué se decía. Sabido es que, en ocasiones, los medios de comunicación se limitan a reproducir tal cual las notas o comunicados de prensa que reciben de instituciones, empresas y organizaciones varias. Así que me dije que quizá el origen de la noticia fuera también el origen del ‘pecado’.


Pero en el comunicado de prensa de Amnistía Internacional no se hablaba de inmunidad ni tampoco de impunidad, ni en el titular ni en el resto del texto. Así que no, no se trataba de un ‘pecado original’.

Intrigado por este sinsentido ¿cómo es posible que una enorme cantidad de medios de comunicación cometan el mismo error al titular una noticia cuando la fuente de esa noticia no menciona siquiera la palabra de marras?, caí en la cuenta de que todas las noticias que incluían el error indicaban una misma fuente: la agencia EFE (no Amnistía Internacional)…


… y EFE había metido la gamba hasta el corvejón.

Es decir, que el original no había pecado, pero sí lo había hecho el primer copista… y a partir de él, que seguramente quedó impune, todos los demás. ¡Para que vaya uno fiándose de los intermediarios!

miércoles, 7 de enero de 2015

Acrónimos lúdicos

Recuerdo, de joven, la risa que nos entraba cuando le explicábamos a alguien lo que, a nuestro entender, querían decir las siglas de RENFE:

Rogamos Empujen Nuestros Ferrocarriles Estropeados.

A la que añadíamos inmediatamente la explicación de SEAT:

Siempre Estamos Apretando Tornillos.

Los entendidos lo llama ludoacronimia. Se trata de acrónimos (siglas) ya consolidados a los que el hablante lúdico da un sentido alternativo y, a menudo, satírico.

En internet es fácil encontrar listas de acrónimos lúdicos, algunos más inspirados que otros, claro está. Aquí te indico unos cuantos que me han hecho gracia:

ADSL:            Acceso Denegado Siga Lamentándose
ESO:              Estudiamos Solo Ordinarieces
IBM:                Intentamos Borrar Memoria
NBA:              Negros Bastante Altos
ONU:              Organización No Usada.

De todas maneras, lo interesante de estas listas no es tanto reírse un rato con los hallazgos de otras personas, sino utilizarlas como inspiración para crear nuestros propios ludoacrónimos. Así que… manos a la obra.

Puedes utilizar las siglas de los partidos políticos (PP, PSOE, IU, UPD…), los sindicatos (CCOO, UGT…), otras organizaciones (OCU, CEOE, CEPYME…). Seguro que se te ocurren buenos hallazgos. Incluso puedes plantearlo como un juego en la sobremesa de alguna reunión familiar o de amigos. ¡Anímate, venga!