De ahí
que uno de los hipocorísticos más utilizados, como no podía ser de otra manera,
sea Mari: Mari Carmen, Ana Mari, Rosa Mari… Y de ahí que Mari (y también
Maruja, en tono despectivo) se utilice coloquialmente para representar a
cualquier mujer o, dicho de otra manera, para representar a LA mujer.
Por lo
tanto, a nadie le puede parecer extraño que Mari haya saltado la frontera de
los nombres propios (aquellos que designan a personas) y haya pasado a formar
parte, casi como si se tratara de un prefijo, de unos cuantos nombres comunes que
designan objetos, entes, situaciones…
A mí,
al menos, me resulta curioso. Y por eso quiero indicar aquí unos cuantos de
estos nombres comunes encontrados en los diccionarios, básicamente el DRAE y el
Diccionario de Uso del Español, de María Moliner. Veamos.
Maricastaña
Utilizado
en frases como “[en] los tiempos de Maricastaña”, significa hace muchos años o
en tiempos muy antiguos.Marimacho
Es una mujer que, en su corpulencia o acciones, parece hombre.
Marimandona
Un
diccionario define esa palabra como mujer muy aficionada a mandar; el otro,
como mujer voluntariosa y autoritaria.
Marimanta
Es
un personaje imaginario, fantasma o figura con que se asusta a los niños.
Marimorena
Es una riña, pendencia, camorra.
Maripérez
Designa
una pieza curva de las trébedes en que
se asegura el rabo de la sartén.
Mariposa
El insecto lepidóptero,
bien conocido de todos.
Marisabidilla
Una mujer que
presume de sabia.
Maritate
Es
una chuchería o trasto.
Maritornes
Una
criada tosca, según uno; una moza
de servicio, ordinaria, fea y hombruna, según el otro.
Marizápalos
Cierta
danza antigua en compás de dos por cuatro.
En
fin, seguro que algunas de estas palabras no las conocías, ¿verdad? Pues ahora
ya sabes cuáles son las maris más maris del español.
Por
cierto, ahora que caigo, la marijuana ¿formará parte también de esta
congregación?
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