Lo soltó Christian Gálvez, un famosillo presentador de televisión. Y se quedó tan pancho.
De imprevisto no se dice; se dice de improviso, que equivale a sin prevención ni previsión.
Ya tiene delito que un conductor de un concurso en el que las palabras son la materia prima, Pasapalabra (¡una palabra monovocálica de nivel A5!; ver Efervescentemente, septiembre 2013), meta el cuezo de tal manera. En fin, será cosa de los tiempos que corren.
Por cierto, ¿cómo lo dirías: quedarse tan pancho o quedarse tan ancho? Pues resulta que, a tenor de lo que refleja el diccionario, en este caso se pueden utilizar las dos expresiones:
- quedarse tan ancho (o quedarse tan fresco, o quedarse más ancho que largo) significa mostrarse despreocupado y tranquilo; y
- pancho, en cuanto adjetivo, significa tranquilo, inalterado, satisfecho con algo.
Así que si queremos decir que el famosillo Christian soltó una barrabasada lingüística y se quedó tan tranquilo, podemos decirlo de las dos maneras:
- Christian se quedó tan ancho
- Christian se quedó tan pancho.
Otra cosa sería que no se llamara Christian sino Pancho. Entonces, para regocijo de este ludolingüista, habría que decir:
- Pancho se quedó tan pancho.
Y sería una verdad… doble.