miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cuando los cómics se llamaban tebeos

En realidad, se llamaban a sí mismas 'revistas de humor' o 'revistas juveniles': TBO, DDT, Tio Vivo, Din Dan, Pulgarcito, Mortadelo, Lily (revista juvenil femenina)… eran sus títulos. Lo de 'tebeo' vino precisamente a raíz de la primera o más conocida de todas ellas.
  


 Quiero destacar aquí dos peculiaridades de los tebeos de entonces. Una, que las historietas solían tener títulos rimados para, supongo, resultar más graciosos. Algunos ejemplos:
– Mortadelo y Filemón, agencia de información
– Anacleto, agente secreto
– Doña Tecla Bisturín, enfermera de postín
– Barón, el gato pardo, y el mayordomo Abelardo
– Pascual, criado leal
– Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio
– El Profesor Tragacanto y su clase, que es de espanto
– La familia Trapisonda, un grupito que es la monda
– Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte

Y dos, que los nombres de los protagonistas solían ser 'parlantes'; es decir, que revelaban rasgos de su personalidad o de su oficio. Algunos ejemplos:
– Don Pelmazo
– Don Tacañete
– Pitagorín
– El doctor Cataplasma
– Don Salicilato: un farmacéutico
– Aspirino y Colodión: un par de científicos
– Carpanta: un pobre que vive bajo un puente y que siempre está hambriento
– Rompetechos: un cegatón
– Zipi y Zape: dos hermanos, de moda ahora por una película, que en cada historieta arman un buen zipizape


¡Ah! ¿Que no sabes qué quiere decir zipizape? ¿Y tampoco carpanta? ¿Y menos trapisonda? ¿Y no hablemos ya de colodión? El diccionario está dispuesto a echarte una mano. ¡Úsalo!

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