jueves, 13 de marzo de 2014

Acentos subrepticios

Mira que es fácil poner los acentos en español, ¿verdad? Pues todavía hay personas que los ponen mal. ¡Será posible!
¿Cómo dices? ¿Que no estás de acuerdo? ¿Que no es tan fácil poner los acentos? ¿Que en las palabras esdrújulas quizá sea fácil, pero no en las otras? ¿Que los diptongos lo complican todo? ¿Qué las reglas de acentuación…?
¡Vale, vale! Lo he captado. Tienes razón y estoy de acuerdo… pero yo también tengo razón. Poner los acentos en español es facilísimo, lo complicado es saber dónde ponerlos.
Y es que en español solamente tenemos un acento: el acento agudo, una rayita oblicua que baja de derecha a izquierda. No hay ni acento grave (rayita oblicua de izquierda a derecha) ni acento circunflejo (uno agudo y uno grave unidos por arriba), solo acento agudo. Así que no debería ser posible equivocarse. Y, sin embargo, hay rótulos que se equivocan. Mira este par de ejemplos:
En el escaparate de un negocio

En la trasera de una furgoneta
Y en ninguno de los dos casos parece que sea debido a una imposibilidad material, no sé, de las técnicas de rotulado sobre cristal o metal, porque en ambos ejemplos hay acentos puestos correctamente.
¿Cuál es, pues, el origen del misterio de los acentos graves que sustituyen subrepticiamente a los agudos? Si encuentras alguna explicación, por favor, compártela. Te estaremos muy agradecidos todos.


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