Álex Grijelmo desarrolla la teoría de que muchos insultos que alumbró la lengua se camuflan con un ropaje simpático: la repetición de una misma vocal en una misma palabra. Y, según él, esa eufonía hace que sean insultos rebajados. Lo explica en 'Las vocales repetidas insultan menos' (en su sección La punta de la lengua, de El País Domingo, 10/11/2013) y menciona una buena cantidad de insultos.
Lo que me interesa destacar aquí no son tanto los insultos en sí, como el hecho de que muchos sean palabras monovocálicas. Ya he hablado de ellas en ocasiones anteriores (ver Ochoa y más, El jefe y Clara y Efervescentemente) como un entretenimiento ludolingüístico interesante. Y he indicado, por cada una de las cinco vocales, las palabras encontradas que tenían esa vocal, y solo esa vocal, en mayor número: una con 5 aes (nivel A5), otra con 7 es (E7), con 4 íes (I4), con 5 oes (O5) y con 4 úes (U5).
Álex Grijelmo nos ofrece un insulto A5 (cantamañanas), uno E4 (mequetrefe) y uno O5 (zorrocotroco)… ¡Magnífico!
¿Que no sabes qué significa zorrocotroco? Como digo siempre, el diccionario te ilustrará. ¡Úsalo!
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