Me imagino que más de uno se preguntará por qué el otro nombre español del fútbol es balompié, con m, si balón se escribe con n.
Y probablemente le ocurra lo mismo con estas otras palabras:
- ciempiés (cien + pies);
- Ciempozuelos (cien + pozuelos), una localidad madrileña;
- sambenito (san + benito);
- sambernardino (natural de San Bernardo, Chile);
- samblasino (natural de San Blas, Panamá);
- sampedrano (natural de San Pedro, Paraguay)…
La explicación académica es que siempre se escribe m (y no n) ante b y p, como en Colombia, recambio, improperio, empresa…
Esta norma se debe tener muy presente, sobre todo, en palabras compuestas que tienen un elemento que termina en n seguido de otro elemento que empieza por b o p. Aunque nos parezca un poco raro, debemos poner m. De ahí que escribamos balonmano y balompié; inacabable e impagable; enlatar y embotellar; conciudadano y compadre…
Ocurre, en este caso, algo similar a lo que ocurre con Prorruso, donde la duplicación de la r para que se mantenga la pronunciación fuerte de ruso nos resulta chocante porque desfigura la palabra original. Aquí, la transformación de la n en m afea un poco la palabra original, y nos cuesta aceptarlo. Un ejemplo reciente extraído de cadenaser.com/canarias:
Así que ya lo sabes: si te gusta darle al balón con el pie en un lugar con muchos pozos alrededor, lo tuyo es jugar al balompié en Ciempozuelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario