Ahora
bien, ¿por qué ceñirse a una palabra o a una sola letra? ¿Por qué no vamos a
poder incrustar dos letras o más? Así el juego será más entretenido y,
probablemente, será más fácil conseguir empotres. Veamos algunos ejemplos:
– orinal + gi = original
– ético
+ ro = eRÓtico
–
cartera + re = carretera
¿Te
animas a construir empotres? ¿Te animas a proponer el juego en alguna sobremesa
familiar? Cuando tengas uno, invéntate una definición para proporcionar pistas
a los demás y que puedan resolverlos. Por ejemplo:
– En la
Roma antigua, cuando uno era desleal unas quinientas veces, ya se convertía en
costumbre.
– Meter
una matrícula de coche gerundense en un recipiente para el pis puede ser algo
inusitado e inédito.
– Meter
una letra griega entre lo que está conforme a la moral se convierte en algo
sensual y voluptuoso.
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