miércoles, 4 de febrero de 2015

Cuñas empotradas

Los ludolingüistas llaman empotre al juego que consiste en incrustar una palabra en otra para formar una tercera. Es el caso de, por ejemplo, vaso + nido = vaNIDOso.


 Y lo llaman cuña si lo que se incrusta no es una palabra sino una letra. Por ejemplo, traición + d = traDición.
 
Ahora bien, ¿por qué ceñirse a una palabra o a una sola letra? ¿Por qué no vamos a poder incrustar dos letras o más? Así el juego será más entretenido y, probablemente, será más fácil conseguir empotres. Veamos algunos ejemplos:
 
– orinal + gi = original

– ético + ro = eRÓtico

– cartera + re = carretera
 
¿Te animas a construir empotres? ¿Te animas a proponer el juego en alguna sobremesa familiar? Cuando tengas uno, invéntate una definición para proporcionar pistas a los demás y que puedan resolverlos. Por ejemplo:

 – Quien consiga meter una guarida de un pájaro en un recipiente para beber puede dárselas de engreído y altanero.
 
– En la Roma antigua, cuando uno era desleal unas quinientas veces, ya se convertía en costumbre.
 
– Meter una matrícula de coche gerundense en un recipiente para el pis puede ser algo inusitado e inédito.
 
– Meter una letra griega entre lo que está conforme a la moral se convierte en algo sensual y voluptuoso.

 – Meter una nota musical allí donde llevamos los billetes y las tarjetas nos permitirá circular con el coche, gerundense o no.

 ¡Ánimo!

 

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