Si
alguien que, se supone, es profesional de la cosa escrita confunde poner
herraduras (= herrar) con no acertar (= errar) o, lo que viene a ser lo mismo,
confunde hierro con yerro, apañados estamos. ¡Qué no
confundiremos el resto de los mortales!
Así a
bote pronto, a mí se me ocurren unos cuantos equívocos:
-
Este
político tiene una voluntad de yerro.
Es decir, este político está deseando equivocarse en todo.
Es decir, este político está deseando equivocarse en todo.
- El cerrajero me puso
una barandilla de yerro.
Es decir, la colocó mal.
Es decir, la colocó mal.
- Los soldados hierran el tiro.
Es decir, les ponen herraduras a las caballerías.
Es decir, les ponen herraduras a las caballerías.
- Este
vagabundo hierra por los calles de mi
ciudad.
Es decir, va marcando con un hierro candente a todo bicho viviente que se encuentra.
Es decir, va marcando con un hierro candente a todo bicho viviente que se encuentra.
-
El
ministro le quitó yerro al asunto.
Es decir, corrigió las equivocaciones que tenía.
Es decir, corrigió las equivocaciones que tenía.
-
Quien
a yerro mata a yerro muere.
Es decir… [imagínatelo tú mismo]
Es decir… [imagínatelo tú mismo]
Total,
que parece que hayamos vuelto a la Edad del Yerro.
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