miércoles, 19 de junio de 2013

Una patilla es una pata corta

– ¿Le corto las patillas? –le pregunta el peluquero al enano al que le está cortando el pelo.
– ¿Y con qué ando? ¿Con los cojoncillos?

Este chiste, de mi adolescencia, es un ejemplo del malentendido que causa una palabra que tiene toda la apariencia de ser diminutivo de otra, pero que, según el contexto, puede serlo o no. Y, claro, esta situación puede dar lugar a malas interpretaciones.

Hay muchas palabras así. Por ejemplo, colilla. Si hablas de que Fulano tenía una colilla en la boca, ¿qué malentendido no puedes llegar a provocar?

Ahí te dejo unos cuantos de estos diminutivos ‘falsos’:
- Boquilla
- Carrillo
- Frenillo
- Gatillo
- Palomilla
- Tomillo…

Seguro que puedes encontrar alguna frase o situación en que su uso podría causar un malentendido. ¿A que sí? Por ejemplo, con la palabra frenillo… que puede dar mucho juego. ¿Te animas a mandarme una frase?

1 comentario:

  1. Pues la verdad es que sí podría enviarte otra frase con frenillo, ya que es una parte del cuerpo que une el labio superior con la encía.
    ¿Te han arreglado el frenillo?
    No, el freno de mi coche no se ha roto todavía.
    (=
    JVM
    IES EP

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