Ya he comentado aquí en alguna ocasión que el prefijo ex da mucho juego, sobre todo, a raíz de haberse modificado la norma académica que regula los prefijos (ver El expreso de Guantánamo y Tintor que tintas iglesias, enero 2013). Pero también parece que, además de juego, da dolores de cabeza a más de uno. Y es que la norma dice que ex, como los demás prefijos, debe escribirse siempre pegado a la palabra siguiente (como en exmarido), excepto si le sigue un nombre compuesto, que se escribirá separado (como en ex primer ministro). Y ahí es donde aparecen las dudas.
En una información publicada en lavanguardia.com, titulada ‘Caso de los ERE: Quién es quién’ (09/10/2013), la periodista Pilar Solís menciona los siguientes excargos:
- exconsejeros
- ex consejero
à ¿No debería ser exconsejero?
- ex presidentes de la Junta de Andalucía
à ¿No debería ser expresidentes de la Junta de Andalucía?
- ex director general de Vitalia
- exdirector general de Trabajo
à ¿No debería ser ex director general de Trabajo?
- exsecretario de Desarrollo Industrial de CCOO
- exsecretario de Organización de Industria Textil de CCOO
- ex secretario de UGT
à ¿No debería ser exsecretario de UGT?
- exgerente del Instituto de Fomento de Andalucía en Sevilla
¿Cómo puede un profesional de la comunicación no darse cuenta de que escribe una cosa… y también la contraria? ¿No se para a recapacitar ni siquiera un poco? ¿Cómo va uno a fiarse de la información que da si tiene tamaño lío con algo tan sencillo?
Eso sí, en expediente el ex lo pone siempre pegadito. ¡Menos mal!