Manifestorio. Es la alternativa que propone Álex Grijelmo (en ‘Manifestaciones que correrán por una pista’, en su sección La punta de la lengua, El País Domingo, 06/04/2014) para reemplazar la palabra manifestódromo, utilizada habitualmente en los medios de comunicación.
Lo justifica diciendo que "¿qué prisa tendrán las manifestaciones para que las lleven a un lugar que etimológicamente significa 'pista de carreras'?", al igual que ocurre con hipódromo o canódromo. Y añade que manifestorio es una alternativa morfológicamente correcta: el sufijo -torio forma adjetivos y sustantivos derivados de un verbo, a fin de significar un lugar. Y menciona sanatorio, dormitorio, observatorio, a los que podemos añadir mingitorio, vomitorio, locutorio, auditorio, tanatorio, laboratorio… Todos ellos, lugares donde se sana, se duerme, se observa…
Otro sufijo que se utiliza en palabras que indican lugares es -teca. En este caso, indica el lugar donde se guarda algo: discoteca, filmoteca, biblioteca, xeroteca… En los últimos tiempos, también han aparecido las mediatecas. Y más recientemente las vinotecas
las oleotecas
alguna farmateca
que más que lugares donde se guardan cosas, son establecimientos comerciales en los que se venden cosas. Vamos, tiendas como las demás, pero que pretenden distinguirse del resto con esos nombres de resonancias tan, digamos, elevadas.
Por otra parte, si uno puede imaginarse qué tipo de productos venderá una eroteca,
le resulta un poco más difícil imaginarse qué encontrará en una sexoteca.
Tú, ¿qué crees?
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