miércoles, 2 de abril de 2014

Probable

En anteriores ocasiones (Una patilla es una pata corta, Aumentativos falsos), te he hablado de derivados falsos, surgidos simplemente al pasar determinadas palabras por el tamiz de una interpretación ludolingüística. Vamos, tras buscarle cinco pies al gato el que esto escribe con el único objetivo de divertirse un poco.

En el texto anterior (Prorruso), hablé de pasada del prefijo pro-, cuyo significado es que alguien o algo es favorable o propenso a lo que indica la palabra que sigue: así, un prorruso es alguien favorable a lo ruso. También mencioné los prefijos anti- y contra-.

Aprovechando la ocasión que me procuran esos prefijos, hoy voy a seguir con lo de los cinco pies y lo de la diversión. Veamos:

-       Si estoy a favor del bable, ¿soy probable?
-       Si mi tío prefiere el queso feta a cualquier otro tipo de queso, ¿es un profeta?
-       Si mi tía prefiere la teína del té a la cafeína del café, ¿es una proteína?
-       Si, entre alfa y beta, mi hermana se inclina por beta, ¿es una probeta?
-       Si la pianista es más proclive a la fusa que a la semifusa, ¿es una profusa?
-       Si a las bicis normales prefiero las bicis con motor, ¿soy un promotor?
-       Si prefiero la montaña y no me gusta nada el llano, ¿soy un antillano?
-       Si mis vecinas no pueden ver ni en pintura ni vides ni parras, ¿son unas antiparras?
-       Si son contrarias a hacer señas cuando juegan al mus, ¿son dos contraseñas?
-       Si estoy en contra de todo aquel que no llega al metro y medio de altura, ¿soy un contrabajo?
-       Si estoy a favor del dólar y en contra del peso, ¿soy un contrapeso?
-       Si estoy en contra del bando del alcalde, ¿soy un contrabando?

Entonces ya lo hacía y ahora lo reitero: te invito a dar rienda suelta a tu imaginación y a descubrir falsos derivados de tu propia cosecha. ¡Divertirse con la lengua es tan sencillo!

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