miércoles, 18 de noviembre de 2015

Si exclamas, exclama bien

Ya he hablado en otra ocasión (Interroguexclamo) de que en español se usan dos signos, uno de apertura (¡) y otro de cierre (!), en las frases exclamativas. Esta peculiaridad del español —en las lenguas vecinas solo se usa el de cierre— parece que se va perdiendo poco a poco. No hay más que asomarse a las calles de mi ciudad y prestar un poco de atención a la cartelería: cada vez es más frecuente ver que el signo de apertura ha desaparecido.


 
  

O que el signo de apertura se ha transformado en signo de cierre… por vete tú a saber qué circunstancias.

 
El caso es que todos tenemos derecho a quejarnos, a expresar nuestra alegría, nuestra sorpresa o lo que nos dé la gana. Pero, ¡hombre!, habría que procurar hacerlo correctamente. No cuesta tanto, ¿verdad?

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Anagramas que argamasan

He hablado ya varias veces de los anagramas en este espacio. Hoy quiero hablar de marcas anagramáticas, pero dándole al asunto un toque lúdico algo diferente y, también, un pelín transgresor. Porque algunas marcas pueden transmitir más cosas de las que los expertos en márquetin nos meten por los ojos y los oídos con la publicidad. Son mensajes escondidos, subliminales, que pueden pasar inadvertidos incluso para esos expertos en márquetin, pero que ahí están. Y, escarbando un poco, este ludolingüista redomado se ha propuesto sacarlos a la luz… y, de paso, procurar divertir un poco a la concurrencia. Veamos.

Si vives en Gerona y quieres una cobertura impecable, Orange es la solución: lo lleva en sus genes.

Si quieres alquilar un coche y pagar con VisaAvis no te va a poner ningún impedimento: si lo hiciera, estaría traicionando sus raíces.

Si estás pasando una mala racha, acércate por Correos: socorre a la gente que está en apuros.

Los de Danone son muy patrióticos: en sus fábricas siempre ondean las banderas del lugar en el que se hallan.

Y los de Nestlé, muy discriminatorios: venden solo a los consumidores que llevan lentes.

Para conseguir el modelo Renault que deseas, a tiempo y por un precio apañado, probablemente al concesionario tendrás que untarle.

Y si lo que quieres es un Citroën, no te quedará más remedio que hacerte pasar por el más cretino del barrio para conseguirlo pronto.

¿Se te ocurre alguna otra marca con mensaje oculto? Seguro que si cogitas un poco, te salen algunas, y no necesariamente góticas. ¡Ánimo!

miércoles, 4 de noviembre de 2015

A vueltas con in-

Dice la norma académica que el prefijo in-, que se utiliza para indicar negación o privación, se convierte en im- ante b o p (ya lo he mencionado en Balompié en Ciempozuelos), y se convierte en i- ante l o r.

Por eso, Marta Portal escribe lo siguiente en ‘A tientas y a ciegas’:

La dejó pasar, y ella cruzó el umbral de Secretaría con aire de reina. No era una pose estudiada, no. Era algo impremeditado

Es decir, in- + premeditado = impremeditado. Correcto, pues.


Y Antonio Lorca titula un artículo de la sección ‘Revista de verano’ de El País del 12/07/2015 así:

 Ureña triunfa con una corrida 'ilidiable'

Es decir, in- + lidiable = ilidiable. Correcto también.
 

Ahora bien, en ‘Se enciende y se apaga una luz’, Ángel Vázquez escribe esto otro:

—En cambio, tu cuñada es un hueso.
—Un hueso inroíble.

En realidad, debería ser irroíble: el prefijo in- ante r se convierte en i-, y la erre debe duplicarse para mantener el sonido fuerte de la erre inicial de roíble (ver Prorruso). Es lo mismo que ocurre en irrepetible (que no inrepetible) o en irracional (que no inracional).

Tenlo en cuenta cuando te veas en alguna situación similar.


miércoles, 28 de octubre de 2015

Gentilicios ecoicos

Ya he hablado en otra ocasión (No pises los pises) de las composiciones en eco. Sí ese entretenimiento ludolingüístico consistente en crear textos, normalmente en verso, con eco. Aquí te dejo una, de cosecha propia, creada a partir de gentilicios, españoles y foráneos:

Ya la gallega llega
y me comenta: menta.
La catalana: lana.
La andorrana: rana.
La sevillana: llana.
La italiana: liana.
La mallorquina: quina.
La alicantina: tina.
La madrileña: leña.
Y el andaluz: luz.
 
La cordobesa besa.
Una noruega ruega
y se procura cura.
La orensana sana.
Una francesa cesa
y la bandeja deja.
Una polaca laca
y se barniza Niza.
La alemana mana
cual un afluente fluente.

La guineana Ana,
con la argelina Lina
y la chadiana Diana,
les arrebata Bata
al mexicano cano
y al luxemburgués burgués.

Como digo a menudo, lo importante no es el mensaje, que siempre suele dejar mucho que desear, sino el juego. ¿Te apetece jugar? ¿Sí? Busca un tema cualquiera que te pueda servir de excusa, como a mí los gentilicios, y ponte manos a la obra. Si no te sale a la primera, no te rindas. Persevera. Verás como al final consigues un resultado que te agrade. ¡Ánimo!

Voy a terminar este texto con un eco, digámoslo así, gramático:

¿Quién le coloca, loca,
a la Clotilde tilde?

miércoles, 21 de octubre de 2015

Rendivuses y tenguerengues

Me encontré con la primera de ellas en ‘Las últimas banderas’, de Ángel M.ª de Lera:

"... Yo me pensaba que a qué vendría tanto misterio y tantos rendivuses"

Por supuesto, era la primera vez que la veía, pero intuí en ella un no sé qué afrancesado. Acudí al diccionario y, con algo de suspense, allí la encontré: la palabra rendibú, con b, procede del francés rendez-vous y significa acatamiento, agasajo que se hace a alguien, por lo general con la intención de adularlo.

La segunda se me apareció en ‘Con la noche a cuestas’, de Manuel Ferrand:

"Se paraban familias enteras —"Niño no te acerques"— para ver el mecano truncado, las cuadrículas mochas que se mantenían en tenguerengue, como decorado de película de bomberos... "

Nunca antes había visto ni oído esa locución adverbial que, dice el diccionario, es coloquial y significa sin estabilidad, en equilibrio inestable.

Y me permito mostrarlas aquí porque ambas destacan por su sonoridad: la una, con su pátina de extranjera; la otra, con su monovocalismo fonético. Ahí quedan.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Apellidos lúdicos

UNO
 
¿Hay algo más sorprendente que un peluquero que se apellide Cabello?, me pregunto. Pues sí, me responde: dos peluqueros que se apelliden Cabello. Pues bien, en mi ciudad, y no demasiado alejados el uno del otro, hay dos negocios que se rotulan así:

 
 
Eso de los apellidos, digámoslo así, parlantes, tiene su miga. Porque uno se pone a pensar y se pregunta si el apellido habrá influido en la profesión del apellidado. Es decir, ¿el hecho de apellidarse Cabello predispone a una persona a convertirse en peluquero? ¿Por llevar el apellido Plantas, uno está más predispuesto a ser botánico?

 
Curioso, ¿verdad?

 
DOS

¿Y no es sorprendente también que una persona tenga los dos apellidos que se diferencian solo por una letra? ¿O que sea el nombre y el primer apellido de una misma persona los que se diferencien solo por una letra? ¿O que dos personas tengan el apellido que se diferencia solo por una letra?

Milena Busquets Tusquets es hija de Esther Tusquets, que fue escritora, ensayista y fundadora de la editorial Lumen. Milena tiene dos apellidos paronomásicos: Busquets y Tusquets.

Malco Falcó trabaja en televisión. Vi su nombre en un Telediario de la noche de La 1, en los créditos del final. ¿O era en los créditos de una de las noticias? No lo recuerdo bien. El caso es que, al principio, me pareció que se trataba de un error, que se habían equivocado (¡hay tantos errores últimamente en los rótulos del Telediario!), que debía haber sido Marco en vez de Malco. Pero no. Resulta que Malco está bien, es un nombre propio. La Wiquipedia dice que es el nombre de un sirviente del sumo sacerdote que colaboró en el arresto de Jesús y al que Simón Pedro le cortó la oreja derecha. Malco Falcó es, pues, un nombre paronomásico.

Manuela Carmena, actual alcaldesa de Madrid, se presentó como cabeza de lista en las últimas elecciones municipales. Antonio Miguel Carmona, también, pero en otra lista, claro. Carmena y Carmona son paronomásicos. Era tan evidente la cosa, que incluso algún periodista se atrevió a hacer una gracia con sus apellidos.

elmundo.es

 
TRES

¿Y qué me dices de esos apellidos que están unidos por una y? ¿No te parece como si fueran dos personas en una?

Hay casos históricos como Ortega y Gasset, Ramón y Cajal, y otros mucho más recientes como Duran y Lleida.

 

Y CUATRO

Me contaba una conocida mía que, cuando su hijo Pablo era más chico, era muy inquieto en clase, tanto, que a veces se pasaba de revoluciones y el profesor le decía:
 
—¡Pablo Igea! ¡Fuera de clase los dos!

miércoles, 7 de octubre de 2015

Superluna

A finales de septiembre, se produjo un fenómeno poco común relacionado con la luna: se pudo ver mucho más grande de lo habitual, una superluna. No voy a entretenerme en por qué, cuándo y cómo ocurre eso, porque para eso están los entendidos en la materia. Pero, llevando el ascua a mi sardina, sí quiero entretenerme en la forma en que los medios de comunicación han escrito esta palabra, también, poco común.

Veamos un pequeño muestrario de lo encontrado:

elpais.com

elfinanciero.com.mx
 
clarín.com

elsalvador.com
 
abc.es
 
Como puede verse, hay para todos los gustos: en una sola palabra, en dos palabras, con acento en la u, sin acento en la u, con la ele en mayúsculas, con la ele en minúsculas…
 
Y si añadimos, además, a los que han usado comillas o han puesto la ese en mayúsculas, la cosa se nos desmadra ya bastante:
 
diariouno.com.ar
 
lavanguardia.com
 
elmundo.es
 
elintransigente.com
 
Llegado a este punto, seguramente te estarás preguntando cuál es la forma académicamente correcta de escribirlo. Te lo voy a decir y te voy a explicar por qué.
 
Lo correcto es lo que pongo en el título del texto.

La explicación tiene que ver con algo que ya he mencionado en alguna otra ocasión (Más expresos): la norma académica sobre los prefijos. Esta norma da mucho juego, tanto, que un mismo prefijo se escribirá soldado a la palabra, unido a ella con guion o completamente separado en función de determinados factores.
 
En consecuencia, al prefijo super- lo podemos encontrar:
     -     soldado a la palabra: superpotencia, superútil...
     -     unido a la palabra con guión: super-8, super-Messi...
     -     separado: super a gusto, super en forma...
 
Obsérvese que la u de super en los casos segundo (unido a la palabra con guion) y tercero (separado) no lleva tilde. Se me hace muy raro que una palabra llana que acaba en -r no lleve tilde... cuando a púber sí se la ponemos. Pero parece ser que se trata de una recomendación académica: super se escribe sin tilde incluso cuando va separado de la palabra.

Sea como sea, en el caso que nos ocupa, super se escribe unido a la palabra, sin guion y sin tilde.
 
Por otra parte, la normativa también dice que sol, tierra y luna se escriben en minúscula fuera de contextos estrictamente astronómicos, tanto si se refieren a los astros en sí como en otros usos.
 
Así pues, lo correcto es superluna.
 
¡Superenhorabuena a los premiados!